Además de volverme loco con su crema de espinacas con cebollitas en vinagre, Maribel me parece que debiera llamarse PAZ.
Su casa es un lagunazo a donde vamos a parar muchos miembros de la tribu de los pajareros, y todo funciona como un reloj, entre otras cosas gracias a su sentido común y a su vocación.
Burgalesa de pro, lleva habitando la marisma del sur muchos años, junto a Plácido y sus dos hijos.
Es el vivo ejemplo de la mujer del siglo XXI. Preparada científicamente como pocas, atiende a humanos y aves con la misma certeza. Me consta que muchos polluelos de distintas especies salen adelante gracias a sus papillas.
Míticas mezclas en el mundo de la recuperación de especies silvestres, llenas de proteínas y de equilibrio, que lo mismo salvan la vida de un pichón de torcaz, que de un polluelo de buitrón o trepador azul.
La Cañada de los Pájaros, sobrevive de las visitas y del esfuerzo de estos naturalistas, que han visto mas de una vez como les daba la espalda la Administración.
Maribel, es la encargada de perseguir los dineros y de pelear de despacho en despacho, lo que le debiera corresponder motu propio, a un lugar tan mágico y necesario como el que os cuento.
NO DEJEÍS DE IR . ESTAN MUY CERCA DE SEVILLA Y DE DOÑANA.
¡Viva Maribel, bióloga y madre... y con un par!!!!
1 comentario:
He estado en la cañada y es donde vi por primera vez: la Focha cornuda, Malvasía y a la Grulla.
Aquel lugar es fantástico y este post un reconocimiento a la labor de estos naturalistas que creyeron en un proyecto, transformando un vertdero en un paraiso para aves y humanos.
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